El poder de la primera hora

El creador del concepto, Robin Sharma, lo llama la “hora de la victoria”. Se trata de usar los primeros 60 minutos del día para alimentar tu cuerpo, mente y alma. Su fórmula es simple: 20 minutos de ejercicio, 20 minutos de reflexión y 20 minutos de aprendizaje.

1. Mueve tu cuerpo (20 minutos)

Lo primero que hago, después de despertarme, es moverme. No tiene que ser un entrenamiento intenso, solo algo que haga que mi cuerpo se despierte y se active. Podría ser una caminata, un poco de yoga o incluso saltar lazo. Esta actividad no solo me despierta, sino que también me da energía para el resto del día. Verás, cuando mueves tu cuerpo, liberas endorfinas, que son como pequeñas dosis de felicidad.

2. Reflexiona (20 minutos)

Este es mi momento de calma, mi espacio para organizar mi mente. Aquí puedes hacer meditación, escribir en un diario, o simplemente respirar y dejar que tus pensamientos fluyan. Yo suelo anotar lo que agradezco y lo que quiero lograr ese día. Esta pequeña pausa te ayuda a alinearte contigo mismo y a empezar el día con claridad mental.

3. Aprende algo nuevo (20 minutos)

En los últimos 20 minutos, invierto tiempo en aprender algo que me inspire o me ayude a crecer. Puede ser leer un libro, escuchar un podcast o tomar un curso. La idea es alimentar tu mente con conocimiento. Aunque sea solo un pequeño fragmento, la constancia es lo que marca la diferencia a largo plazo. Estos momentos de aprendizaje me mantienen motivada y en constante evolución.

Mi experiencia personal

Al principio, debo confesarte, no fue fácil. Mis primeros días en el Club de las 5 fueron duros. Me costaba mucho levantarme y me sentía algo perdida en cómo aprovechar ese tiempo extra. Pero poco a poco, fui encontrando mi ritmo. Y lo que comenzó como un reto personal, ahora es la mejor parte de mi día. He ganado horas que antes ni siquiera sabía que existían. Tengo más energía, más claridad y, sobre todo, más tiempo para trabajar en mis metas personales y profesionales.

Consejos para empezar

Si quieres intentarlo, aquí te van algunos trucos que me funcionaron:

• Empieza de a poco: No necesitas saltar directamente a las 5 a.m. Si normalmente te levantas a las 8, prueba con las 7:30 y ve ajustando.

• Prepara la noche anterior: Ten lista tu ropa de ejercicio, una botella de agua y algún libro o podcast que quieras explorar al despertar.

• Sé compasivo contigo mismo: Habrá días que te costará más, y está bien. Lo importante es la constancia, no la perfección.

¿Te animas a probar?

El Club de las 5 de la mañana no es solo una rutina, es un regalo que te haces. Un tiempo solo para ti, antes de que el mundo reclame tu atención. Si te unes, estaré aquí para apoyarte en el proceso. ¡Vamos, que tu mejor versión te espera a las 5 de la mañana